Analizar todas las variantes que repercuten en el funcionamiento del sistema de ventilación es vital para elegir la mejor opción. En ocasiones, la combinación de estos ventiladores es la solución más eficaz.

Antonio Delgado Pacheco.

Cuando se trata de ventilar una fábrica, bodega, restaurante, tortillería, baños, garaje, casas o cualquier lugar donde se acumula el calor, polvo, olores o gas no dañino a la atmósfera, se deben de considerar las distintas condiciones del lugar para poder elegir adecuadamente un equipo eléctrico de ventilación o un aparato eólico de ventilación.

El equipo eléctrico es un ventilador con motor eléctrico que puede utilizar una fase o tres de suministro eléctrico. Algunos ejemplos son los ventiladores axiales de pared, tubulares para ductos, centrífugos y/o tipo hongo para techo.

La ventilación eólica, la cual se subdivide en estática y dinámica, es la que no tiene partes que se mueven. Estos equipos utilizan el viento al pasar sobre su abertura superior y, con la velocidad de la corriente de aire, ayudan a generar un leve vacío sobre el equipo que extrae los gases interiores o inferiores al equipo. Algunos ejemplos son los que se conocen como cajas de muertos o gravitatorios y chimeneas.

En la ventilación dinámica, los equipos tienen partes que se mueven con el viento; éstos giran según la velocidad de éste y crean un vacío con sus aspas cortantes, además de generar una fuerza centrífuga del aire también causada por las aberturas entre las aspas, que giran con la fuerza térmica que sale de un ambiente caliente.

Básicamente, la ventilación deseada se puede lograr con equipos eólicos que no consumen energía eléctrica. Sin embargo, los factores físicos, como la altura del techo, un segundo piso en un restaurante o tortillería, o muros altos que no permiten el flujo fuerte del viento sobre un techo, causan que la ventilación se planee con equipos eléctricos o de ventilación forzada en lugar de con eólicos.

Hay casos en que la combinación de equipos eléctricos y eólicos es una solución deseable. Por ejemplo, si se colocan los extractores atmosféricos en el techo según el cálculo de cambios de aire por hora y también se instalan equipos eléctricos con la misma capacidad de extracción, como inyectores en muro o techo, en días en que el viento alcance a girar correctamente los extractores atmosféricos, se logrará una ventilación adecuada como se hizo en el cálculo.

Del mismo modo, en días de extremo calor y poco viento, se pueden encender los inyectores eléctricos, lo que provocaría una ventilación óptima a través de inyección forzada y extracción por presión positiva en el recinto.

Un ejemplo en el que se deben de usar extractores tubulares o centrífugos es una tortillería o cocina, las cuales son construcciones que sólo tienen un acceso, y todas las demás paredes, techo y piso están colindando con otros negocios u habitaciones. Estos  son lugares donde el calor se acumula por falta de una salida para el calor.

Para dicho efecto, primero se calculan los cambios por hora deseados para tal lugar. Una vez que se obtiene la capacidad de extracción deseada, se busca el equipo tubular o centrífugo capaz de generar tal extracción por medio de ductos.

Se recomienda colocar el equipo afuera del recinto por la pared abierta y meter ductos de extracción hasta el fondo del recinto para que se logre un barrido completo.

Hay equipos eólicos tipo extractores atmosféricos en el mercado que tienen garantía de 30 años en México. En las tablas, se representa un análisis económico de comparación de costos de instalación y consumo eléctrico entre los equipos eléctricos y eólicos durante un periodo de 30 años. Al final, se analizará la comparación de equipos.